Estas tierras, como todas, tienen este tipo de cosas. Por resumir el asunto, se supone que metiendo la cabeza en el "bujero" y dando un "chillío", encuentras algo así como tu mismidad o un motivo para ir a "tó meté" al otorrino. Yo fui cobarde y no lo probé: dejaré que cualquier crecida del Miño lo haga y me informe.
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