Esta mañana al despertar, no he podido resistir la tentación de escribir algo en mi blog, me refería a la idea de poder viajar en el tiempo, una maquina que fuese capaz de transportarnos a la época pasada que quisiéramos, había elegido los años 40, muy fructíferos para según que cosas, pero muy a mi pesar no seria yo el que viajara en semejante artefacto, el viajero seria el padre de Ruth y José, y la ubicación exacta del destino, cualquier Casa Cuartel de la época. Ni que decir tiene que viajaría con su correspondiente ficha policial totalmente detallada explicando cronológicamente todos los actos realizados por nuestro viajero del futuro. Allí le atenderían personas de una actitud intachable, seguramente el comandante de puesto, santo varón, un poco bruto y violento, algo áspero en sus procedimientos, pero santo varón.
Ahora dejo en vuestra imaginación el final de la historia, me gustaría que alguien me escribiera y me diese una idea de como acabar esta aventura.