sábado, 25 de junio de 2011

El Gayumbo

La cultura va  a los barrios, así rezaba lo que el cartel decía, me pregunte si ¿alguna vez se fue?, pero claro ahora la delegación de cultura regida por una serie de iluminados, ha decidido que no hay cultura en los barrios. Bajare, me dije, tiene buena pinta, nada más lejos, solo la gente que por allí pululaban me dio mal presagio, salseros, rastafaris vendiendo baratijas, que no la compran ni los indios, ah, y por supuesto música a troche y moche, el fulano que elegía la música está en paradero desconocido, aun le busca la Guardia Civil. En fin, que es a lo que me refería, esto no lo cambia nadie.
Eran tiempos de transición principios de los famosos 80, desde la delegación de cultura del ayuntamiento, o desde donde fuera, decidieron rescatar una fiesta popular que hacia nosecuantos, no se celebraba, muy de las que les gusta a la plebe, EL GAYUMBO. El evento consistía en la suelta de un toro bravo por las calles del pueblo, para que aficionados, valientes, fumetas, y todo aquel que quisiera, se expresara delante del animal, tengo que apuntar que si a lo largo del relato me refiero al “animal” no siempre,  hago alusión al toro.
Llego el día, todo estaba preparado, todas las zonas perfectamente acordonadas, vallas y empalizadas por doquier, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, estratégicamente colocados por todo el circuito,(pales de obras perfectamente amarrados con alambre y “guita de baca”, tres municipales, uno de ellos estaba malo por culpa de un cólico, se había comió el tío la tarde anterior, tres kilos y medio de rosquetes que tradicionalmente se hacen por esas fechas, “almelaos” por supuesto, y dos parejas de guardias civiles).
Unas dos mil personas se congregaron en el lugar del evento, todos expectantes a que hiciera aparición el camión que trasportaba al astado, camión conducido por un gran aficionado y exnovillero, Isidro Álvarez, “Fundillo”, el, aun  recuerda el día que tomo la alternativa, ingreso en prisión sin fecha de salida, no fue por qué no diera debida cuenta del novillo o hiciera mala faena, fue por un altercado que tuvo con uno de los alguacilillos, le clavo el estoque, un poco más abajo del pescuezo, el relató a la justicia los hechos ocurridos, todo empezó por una  discusión de futbol, los dos eran de equipos rivales, se acaloraron tanto que acabaron con  el Fundillo, estoque que en mano, haciendo la pose de la suerte suprema (entrar a matar) que  le decía al otro “te voy a mete ajin”, el otro “ ji, tu no tie cojone”. En ello andaban cuando por mala suerte del destino, unos de los monos sabios, abrió una puerta detrás del alguacilillo, dándole en la espalda, impulsándolo hacia delante, el pinchazo fue de pañuelos en la grada, uno de los peones decía, que ya, lo mejor, era descabellarlo alli mismo pa que no sufra, echarle un capote delante que yo  lo hago, propuso. Los hechos marcaron un antes y un después, en la carrera artística de “Fundillo”. Decir que el alguacilillo, no murió de las graves heridas sufridas, lo hizo treinta años más tarde, plácidamente en su casa, viendo una corría de toros en la tele, se comió un canasto de coquinas que el mismo había cogido esa mañana, con dos barras de pan de Medina, docena y media de dulces de obrador, con dos vasos de cafe solo, hasta  "lo arto", en el parte médico rezaba, “muerto por bruto”.
Volvamos a nuestra fiesta, todavía no se había abierto la portezuela del todo y ya había dos de Sonajita en lo alto del lomo, el toro era pa verlo, y digo pa verlo, porque había que mirarlo dos o tres veces pa verlo del todo, de lo grande que era, colorao, con unos cuernos que si le pones una cuerda, tiendes tres lavadoras. El animal estaba tranquilo en medio de la calle, cuando una muchedumbre de unas dos mil personas se le venía encima, tomo carrera pal 22 buscando la calle que lleva debajo el puente Grande, con toda esa gente detrás, la imagen era dantesca y llena de colorido, toda esa torva humana y el animal huyendo de ella.
Debajo del puente, vestido de luces capote en mano, media hora llevaba Fernando “er Carola” esperando ese momento, se había tomao, en un bache, del cual era cliente de toda la vida, tres maquinillas (vasos de vino, pero los que se utilizan pal café) pa encarà el lance, decía. “Carola” labriego desde antes de nacer, era dado a todo esos tipos de jolgorios, era muy buen hombre y una excelente persona, se quedo soltero pa siempre, aunque cuentan que una vez tuvo una novia, a la tarde siguiente de conocerla, se coló en su casa y le dijo que ya la había apuntado en el OCASO, ella, aquella misma tarde lo dejo, formulo la correspondiente denuncia, solicitando una orden de alejamiento de por vida. No se le conocieron mas romances.
 Todo ocurrió de repente, el animal topo con él, fue un golpe en seco, pasó por encima y además  todas y cada unas de las personas que seguían al astado, el animal no se dio cuenta de nada, dado el estado en el que se encontraba, quedose solo, tendido en el suelo,  le faltaban dos dientes un trozo de oreja, el reloj, la cartera, el paquete de "certa", los dos zapatos y una medallita de la virgen del Carmen que siempre llevaba puesta, también le faltaba, ah, y dos cupones de los ciegos que había comprado esa misma mañana, (parte de denuncias).
Cuando se llego debajo del puente, estaban colocada las vallas que cerraban el circuito, el toro al volverse freno a todo el gentío, con el rabo le dio a las vallas, desbaratando todo el entramado, el animal al ver el camino de nuevo libre, tomo la calle los Jardines arriba, todas y cada una de las personas que lo seguían, retomaron la persecución, el bravo entro en la huerta “er Conde” y las dos mil personas también, el hortelano al día siguiente contaba en el juzgado que lo habían arrasado todo, que el toro era el que mejor se habia portao, el que menos daño había provocado, lo patalearon todo, se llevaron lechugas, coles, coliflores rabanitas, acelgas, apios, no quedo un liño entero, además apuntò, que uno con mu mala cara, se había quedao mirando lascivamente  a la burra que tenia amarrà en la noria.
Lindaba con la huerta “er Conde”, la huerta “er soberao”,alli tres cuartos de lo mismo, con la diferencia de que este hortelano, aficionado a la caza, se echó la escopeta a la cara, no tengo noticias de que se llegara  a plomeá a nadie, pero sí que hubo tiros. Todo el lindero del rio, donde se ubicaban las huertas mencionadas, fue declarada zona catastrófica, el funcionario de turno, que nunca fue al colegio, lo dictamino asi, y digo lo de que nunca fue al colegio, que no es del todo cierto, su padre lo queria pal campo, que era lo que se llevaba, solo que un dia se le ocurrio de que su hijo podria aprender algo en la escuela, asi que lo mando, al tiempo le pregunto al niño que habia aprendido en la escuela, el niño contesto que en la frase, El perro de Rafael es muy bravo, el sujeto es el El perro, no volvio a pisar un colegio, y el padre le dijo que se llevaria una "tempora" sin ir a casa de "Rafae".     (CONTINUARA)

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