miércoles, 27 de junio de 2012

La realidad del empleo

   Y muchos estudios han demostrado (y hasta el sentido común lo ratifica) que lo que realmente determina el nivel de empleo o desempleo no son las condiciones de los mercados de trabajo (aunque eso no quiere decir que lo que allí ocurra sea complemente indiferente para la creación de empleo) sino las condiciones macroeconómicas: la política monetaria, los tipos de interés, el coste del capital, el poder que tengan las empresas en los mercados, el nivel de inversión, las facilidades de financiación y, fundamentalmente, la capacidad efectiva de compra que haya en una economía. Y es lógico que sea así, como ya apuntamos antes: por muy bajo que sea el salario, por muy dóciles que sean los sindicatos, por muy barato que sea el despido, por muy pocos derechos que tengan los trabajadores y mucho el poder de los empleadores, ¿de qué servirá todo eso si los empresarios no tienen a quién vender lo que producen?

(Hay alternativas - Navarro, Torres y Garzón, pag. 90)

2 comentarios:

  1. Así es!! si no ganamos lo suficiente, si no trabajamos, si nos suben el iva, la luz, la sanidad, educación... si no gastamos ni consumimos, si no hay dinero para gastar... que van a vender? y si no venden cierran empresas, se crea mas paro, menos poder adquisitivo, menos consumo... esto es la pescadilla que se muerde la cola. A donde nos lleva todo esto?

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  2. A unos pocos (muy, muy pocos), a la cima de la miseria constituida por todo los demás que será el mundo. Igual entonces el verdadero miserable dé la cara y, emulando a James Cagney, en todo el esplendor del "Individualismo" diga: "¡En la cima del mundo, mamá!".

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