sábado, 13 de octubre de 2012

Pasta y prestigio para una Europa en litigio.


   La autoproclamada cúpula se autoconcede el mismo desprestigiado galardón que, en otro campo, concedieron a Milton Friedman, ideólogo de las políticas económicas neoliberales que están imponiendo a todo el mundo. Un premio lógico, por cuanto estas sabandijas que parió aquél en el fundamentalismo económico han demostrado ser dignos herederos del poder destructivo de la dinamita: la moderna bomba de neutrones capitalista, auténticas armas de destrucción masiva financiera. Si Nobel levantara la cabeza... Si Cristo levantara la cabeza... Se nos enseña pronto a inclinarla y se nos educa largo tiempo para mantenerla en esta su "posición natural". 

   El Nobel de la paz 2012 no es más que un ejercicio de oportunismo político por parte de un pacto económico artificial e injusto que trata una vez más de engañar a una Europa a la que ha convertido en un polvorín de conflictos sociales.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo
    yo me lo guiso y yo me lo como
    pero tranquilo
    las leyes de la física siempre fueron efectivas
    no hay mal que cien años dure

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  2. Hace ya mas de 70 años, los gabachos se aliaron con el tercer reich para esclavizar al resto de Europa, la cosa no les salio bien porque no metieron en el pastel a los gringos y a sus primos los hijos de Albión, eso ha cambiado, ya mismo nos tienen cogio por los mismos guevos, se estan meando encima de los españoles y les dicen que esta lloviendo, la CIA subvenciana nacionalismos exsacervados para mover mas la mierda, o si no de donde coño sacan estos el dinero para mover lo que estan moviendo, pero ojo no cuentan con algo, tenemos las manos metidas en los bolsillos, pero es porque no estamos aguantando los cojones de grandes que los tenemos, esto no es la primera vez y puedo decir que la llevan clara y que aqui se invento eso de quemar a la gente viva. Nobel de la paz, a estos les daba yo una perdigoná por pecho, ya va ver que ir pensando en echarse la escopeta a la cara por el bien de los que queden.

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